Nuestra profesora de filosofía
estuvo en el encuentro de Taizé en Valencia del 28 de diciembre de 2015 al 1 de
enero de 2016. También tuvo en su casa a tres jóvenes de Polonia a los que
hemos enviado un cuestionario para conocer las impresiones de otros ciudadanos
de la UE que han participado en este encuentro.
Nuestra profesora estuvo hace
algo más de 30 años en Taizé (Francia). Le preguntamos:
·¿Qué es Taizé?
Taizé es una comunidad ecuménica
que empezó en 1940 y que durante la 2ª guerra mundial acogió a refugiados que
escapaban de la contienda. Está formada por más de un centenar de hermanos de
casi 30 países distintos y de diferentes iglesias y tradiciones cristianas.
Durante todo el año acogen jóvenes que quieren reflexionar y convivir con
jóvenes del mundo de una manera sencilla.
·¿Qué hacían en Valencia?
Cada año en Navidad se realiza
un encuentro europeo en estas fechas. Uno de los planteamientos del tríptico de
este año decía lo siguiente: «Construir una Europa más humana: los jóvenes no
hacen grandes discursos sobre Europa, pero viven juntos durante cinco días.
Agradecidos por la hospitalidad recibida, tienen una oportunidad única de
descubrir que los nexos de unión entre las personas son más fuertes que las
tensiones, antiguas o nuevas. La paz puede brotar de una vida compartida. la
comprensión entre la gente no necesita de acciones espectaculares más que el
compartir de cada día» y dejaba la siguiente pregunta abierta a la reflexión de
los jóvenes: «¿Cómo podemos ayudar a dar una cara más humana a Europa, cuando
con frecuencia prevalecen los intereses económicos y tecnológicos? ¿Cómo
podemos darnos cuenta de que Europa está constituida con los regalos y las
experiencias del Este y del Oeste, del Sur y del Norte?»
«El encuentro europeo no es una conferencia.
Vienen al encuentro de otros, no para recrearse en el pesimismo, sino para
vislumbrar juntos signos de esperanza y prepararse para implicarse de vuelta a
sus lugares de origen. Las mañanas se dedican en parte a descubrir lugares de
esperanza, iniciativas concretas y personas que les dan vida en los pueblos y
barrios de Valencia.» por las tardes se realizan talleres de muy diversa
índole. por ejemplo, yo acudí a un taller sobre inmigración.
También se realizaron encuentros
por países.
·Tú estuviste hace años en Taizé y en alguno de estos
encuentros, ¿nos puedes contar que cosas han cambiado en estos años?
·¡Uf! muchas. Me
explico: yo fui a Taizé cuando en nuestro país las cosas eran muy diferentes a
como son ahora. Por ejemplo:
a) los medios de comunicación,
las infraestructuras eran bastante limitadas comparándolas con las de ahora.
Había menos carreteras y autopistas. Las autovías ni siquiera las recuerdo. Por
tanto, el tráfico era más denso y se tardaba más en llegar a los sitios. Cuando
entrabamos en Francia notábamos las diferencias.
b) los autobuses eran más
básicos: los asientos no se podían reclinar y el viaje era muy largo
c) el pasaporte, era
imprescindible para salir de España. Al llegar a la frontera teníamos que pasar
la supervisión de la policía española y de la francesa, imponía un poco.
d) los prejuicios. Por una parte,
los religiosos, porque eso del ecumenismo en nuestro país era prácticamente
desconocido. Y los culturales, dormíamos en las mismas tiendas chicos y chicas.
Francia vista desde este lado de los Pirineos era un país donde había mucho «libertinaje»
según se decía.
Seguro que hay más cosas que se
me olvidan, pero para quienes salíamos era un mundo nuevo, conocíamos a gente
de otros países en condiciones de igualdad, compartíamos unos días de nuestras
vidas y nos dábamos cuenta de que tod@s pertenecemos a la gran familia humana.
Y veníamos con ganas de aprender idiomas para poder comunicarnos mejor la
próxima vez, aunque las ganas de esfumaban en cuanto volvíamos.
·Tú nos habías dicho que estuviste en grandes capitales
europeas...
Si, a parte de ir a Taizé en
verano o en Pascua, yo fui a tres encuentros europeos: París, Colonia y Roma
siendo de vuestra edad, siendo ya mayor fui al encuentro de Barcelona.
estos encuentros siempre son muy
bonitos porque aparte de compartir con gente de otros países conoces una
capital europea y si tienes suerte te alojas en una familia, con lo que conoces
algo de la vida real de esa ciudad
·¿Es esa la razón por la que acogiste gente en Valencia?
Si, ese es el verdadero motivo,
a mí me trataron muy bien cuando me acogieron y yo quería hacer como mínimo lo
mismo.
·¿Y qué tal la experiencia?
Muy buena, mis huéspedes fueron
tres jóvenes de Polonia. Nos entendíamos en inglés. Ellos llegaron el día 28
por la mañana. Yo les había preparado unos planos de la ciudad indicándoles los
sitios más emblemáticos de la ciudad, porque ese día ellos empezaban sobre las
17h así que debían de aprovechar el tiempo para conocer Valencia. en cuanto se
fueron yo entre en Internet para informarme de sobre Polonia, uf! casi no sabía
nada. Y es un país que tiene muchas cosas en común con nosotros, industria,
agricultura... el clima no, allí hace frió. Ahora cuando en las noticias dicen
algo de Polonia pongo mucha atención. Es el país del vodka, aunque para
nosotros es una bebida rusa.
·¿Hay algo que te gustaría decir y que no te hemos
preguntado?
Si, me ha encantado la acogida de los valencianos.
En este encuentro había casi 15.000 personas venidas de fuera. Todas se han
alojado en familias, de hecho, había más oferta de plazas en familias que no se
han cubierto. Nadie ha tenido que dormir en polideportivos, como pasa en otras
ciudades. Es bonito ver que somos gente acogedora. Y hay otra cosa que me
gustaría decir: si podéis id alguna vez a estos encuentros, abren mucho la
mente, porque el conocer a personas de otros lugares siempre nos enriquece.
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