Ya han llegado las fiestas de Pascua y nos preguntamos: ¿Cómo ha cambiado la forma de celebrarse esta fiesta?. Durante estos días hemos preguntado a nuestros padres, a nuestras madres, a nuestros abuelos y abuelas... como celebraban ellos estas fiestas y hemos descubierto lo siguiente.
Nuestros padres o abuelos solían celebrar estas fiestas en casa comiendo los postres que se comen en esta fiesta y que son típicos en nuestra región, las monas. No solían viajar mucho y solo aquellos afortunados podían disfrutar de algunas vacaciones por España o incluso en el extranjero. Estos días se celebraban con la familia y a veces se salía a comer al campo o a la costa.
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Pero ahora todo ha cambiado. Actualmente, y gracias a los avances de pertenecer a la UE, las fiestas de Pascua se celebran de otra forma. Gracias, a acuerdos de libre circulación el viajar se ha vuelto mucho más fácil y barato, con lo cual muchas familias optan por esta opción a la hora de celebrar Pascua. También esto ha supuesto un beneficio para España ya que ahora, toda Europa conoce como se celebra aquí Semana Santa, las cofradías y los pasos sobretodo andaluces, que son conocidos por toda Europa.
Gracias a la UE nos hemos podido dar a conocer con nuestras fiestas y costumbres, y además conocer costumbres y fiestas que eran completamente desconocidas para nosotros.
Es gratificante que gracias a los avances que supone pertenecer a la Unión Europea, nuestra Semana Santa sea conocida incluso más allá de la UE. Es necesario avanzar y progresar pero para ello no hay que olvidar aquello de quienes somos y de dónde venimos. En nuestras costumbres populares de estas fiestas, encontramos un pequeño reflejo de eso mismo. Por ejemplo, más allá de las creencias religiosas, nuestra Semana Santa con sus incontables procesiones por todos los pueblos de España (muchas de ellas declaradas Patrimonio de la Humanidad) nos relatan una historia en imágenes, una historia que para muchos es una razón de ser y vivir: La historia de Jesucristo, centrada en los días previos a su muerte. No hace tanto tiempo, la única forma de conocerla para muchos, privados de la educación reglada.
ResponderEliminarActualmente siguen siendo joyas culturales y patrimoniales que merecen todo el respeto, como he dicho, más allá de la religión. Como destinos preferentes para disfrutar de las famosas procesiones, aunque al final todo es cuestión de gustos y todas son muy respetables, me atrevo a destacar, para nuestros vecinos de Europa, las siguientes Semanas Santas procesionales: Zamora, Cáceres, Sevilla, Málaga y Cuenca.
Por otro lado, no hay que olvidar un detalle vital en nuestra cultura: la gastronomía. Gracias a la Unión Europea, todos nuestros vecinos tienen más fácil degustar nuestros dulces más típicos de estas fechas: torrijas, monas de pascua, huesos de santo (también muy típicos el día 1 de Noviembre), pestiños, buñuelos de cuaresma, huevos de pascua, roscos de anís…
En definitiva, nuestra península, tan cerrada al exterior durante tanto tiempo, es una fuente cultural estupenda, igual de gratificante que la de cualquier país de los que consta la Unión Europea, aunque nuestro peso histórico, siempre es un plus (o eso quiero pensar).
Begoña Bueno Fernández.